Antes de las navidades, nos habíamos propuesto una preparación para conseguir el objetivo y yo personalmente tenía la duda de intentar hacer la carrera de 42 km. Evidentemente después de subir a Beret menos veces de las que tenía previstas en un principio como consecuencia de las colas de gente y nuestras otras pasiones, la gastronomía y la cerveza me he dado cuenta que de momento, los 42 km tendrán que esperar. Otro gran inconveniente para intentar una distancia tan larga, es que a medida que hemos ido practicando nos hemos dado cuenta de lo imprescindible que resulta tener una buena técnica para afrontar distancias tan largas.
El primer día que subimos, todos los que no habíamos hecho nunca fondo, topamos con nuestros huesos en el suelo en las primeras bajadas que intentamos. Aquellos que practiquen fondo por primera vez, coincidirán con nosotros, en lo complicado que resulta al principio, coordinar los movimientos, mantenerse en la traza, deslizar los esquís, intentar hacer una subida y no caerse en las bajadas, etc... Los primeros días, las subidas fueron un drama, los esquís se iban hacia abajo, el corazón parece que se te va a salir del cuerpo ya que al no tener técnica el esfuerzo se multiplica infinitamente para seguir la traza, con lo que te toca salir de la misma y subir a escalerilla. Después de los dos primeros días, probando el equipo y ratificando nuestra escasa agilidad sobre los finos esquís y nuestra nula coordinación entre cabeza-brazos-piernas-esquís, nuestra fuerza de voluntad, tenacidad, capacidad de aprendizaje y sobre todo el tiempo sobre los esquís nos ha permitido mejorar y deslizar un poco mejor, con lo cual, para avanzar lo mismo que el primer día el esfuerzo es bastante menor. Aún así, después de hacer 10 km (máxima distancia que hemos hecho), yo personalmente sigo teniendo bastantes agujetas y los brazos destrozados, aunque según Giro es un cansancio bastante agradecido.
De todos modos, a pesar de que los entrenamientos han sido menos de los previstos y las salidas nocturnas, comidas y cervezas más de las que se aconsejaría para un rendimiento óptimo, el balance de las Navidades es positivo y como decimos siempre, lo importante es hacer en cada momento lo que a uno le apetece. Así que, una vez más sin la mejor preparación del mundo pero con la convicción del runner, iremos a la Marcha a conseguir el objetivo. De momento hemos hecho fondo 5 días y la cosa va bien.
Os iremos contando
1 comentario:
Cagüen Sevilla,
Galaguer se me das permís me curraré bera entradilla.
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