Mi otra Marxa

Después de mucho tiempo de no atreverme a colgar una crónica sobre sufrimiento y gloria deportiva, por fin dispongo de una experiencia digna de ser expuesta en este nuestro blog: mi participación en el campeonato Altitoy de esqui de montaña. Como antecedentes personales debo introducir que, junto a Paco hace ya algún tiempo que sufro las vicisitudes de las competiciones en las que participamos, y que sus relatos en este blog plagian en letra lo que mis piernas y pensamientos han sentido en los kilometros de “curses i entrenaments”. Desde las carreras en Andorra, 15 pobles, Templers, Mollerussa, Cuita, Bombers, … etcetc he buscado lo que en la competición de esquí de montaña he encontrado, y es por ello que me animo a relatar mi segunda experiencia en este mundillo. Espero que aunque poco breve, este crónica sea de vuestro agrado:

El plan propuesto para el último finde de Enero (mierda, coincide con la marxa Beret) consistía en dos dias de competición en el Pays Toy. El GoogleEarth me dice que esta entre el Tourmalet y Gavarnie, y mi mentor en este deporte Antunez me dice que el material que voy a llevar (esquis botas y pieles) da risa. En ese momento no lo entiendo, si molan un montón y me van de perlas!. Me inscribo en la ruta B, ya que mi carácter prudente (cagao) me aconseja, como novel que soy, no hacer la ruta A (acierto?). El Sábado me esperan 1100 m de desnivel que la organización anula a última hora puesto que un alud se ha llevado la vida de un trazador de ruta francés. Ese dia aprovechamos para “rodar” por los alrededores del itinerario, la gente va a tope: que si sube que si baja, que si sube que si baja… aunque una tia solo baja y ha de venir el helicóptero de rescate que la sube y se la lleva, un espectáculo!, los participantes a lo suyo, sin apretar dicen ellos, para estar en condiciones el Domingo, yo los sigo y acabo reventado con 800 m acumulados en mis piernas. Los colegas del apartamento son unos máquinas, con larga experiencia en este mundillo, de los cuales aprendo mucho y recibo bromas sobre la anchura y peso de mis esquís (sigo sin entenderlo: aunque sus esquis se ve que pesan menos que…. no tienen muy buena pinta hacer bajadas por paquetón…. Lo opino y se ríen. Cenamos kilos de pasta y queso que ha traído el grupo de Albacete, después nos preparamos para el dia siguiente y yo sigo flipando con el “atrezzo” y la logística que conlleva este deporte ( Gallart tendría un gran problema a la hora de decidir “que em poso per la cursa?”). Domingo, buen tiempo en contra de todo pronóstico, unos 600 participantes, los buenos en el primer cajón, luego los cadetes y al final nosotros, los del Pancourse B que se quedan a 800m de los profesionales del A, compito contra unos 250. Estoy a tope, me digo a mi mismo que estoy en la misma carrera que el ídolo y campeón mundial Kílian Jornet. La élite junto a amateurs, este deporte es la hostia!. Empieza la carrera, los tios salen al sprint y suben como si la montaña fuera una pista de esquí de fondo, espectacular. Yo mantengo un ritmo alto, aún y así voy retrasado, aprieto sabiendo que podré descansar en la primera bajada. Poco a poco voy ganado posiciones, veo a lo lejos a Ares, una cadete de la federación catalana, la intento pillar puesto que en mi anterior y primera carrera en Luchon le seguí al rebufo y me fue muy bien. La alcanzo casi arriba, pero en el cambio la técnica es imprescindible y los profesionales se quitan las pieles y se ponen en modo bajada en un plis. Han entrenado especificamente para ello. Yo no lo hago mal, creo, pero me retraso. La bajada a tope. Un tío se cae en la traza delante mío, lo esquivo como puedo y casi acabo como él. Llego al otro cambio superdescansado, me pongo las pieles como puedo y subo a tope, solo me queda una subida y voy bajo los efectos de la adrenalina de la bajada. Justo en ese momento me encuentro a Isidro, el compite en la carrera A y aún le quedan tres subidas más, no lo entiendo, debe estar tocado. Le ofrezco glucosa que me ha pasado Antunez pero no la quiere, continuo eufórico y lo paso. Me encuentro con Roberto, un crack de Madrid que ha estado con nosotros en el apartamento y que va de pareja con Isidro. El tío flipa, ya que es el que más caña me había dado por mis esquís, dice que no puede ser y yo me parto el culo y me canchondeo pidiendole las botas verdes, que son las de competición. Voy de subidón, será la glucosa. A media subida Roberto se para a esperar a su compañero, yo sigo, creo que he dejado muy atrás a Ares porque paso a unos compañeros suyos de la federació. Aprieto cuando creo que casi he llegado a la cima, pero la montaña engaña, aún queda otro repechón, no me hundo. Me entra flato, mi cruz. Me doy cuenta que en este deporte el flato no me impide continuar y por mi mente pasa el mal rato que pasé en la maratón de Donosti con el p. flato, llego arriba contento, Otro cambio, éste me cuesta más que a los de la cursa A, Montse y su compañero ya bajan y yo aún estoy peleándome con la pieles y la fijaciones. Empieza la bajada. La nieve está genial. Disfruto la bajada haciendo giros, no como los otros locos que bajan al recto y se pegan unas leches que dan miedo. A media bajada me quedo solo, no veo a nadie delante. Oigo detrás el grito de Montse.:Ànim Quique!.. pero yo ya acabo, a ella le quedan 800m de subida más, está hecha una máquina. Llego al siguiente cambio muy rápido a costa de jugarme la vida en la bajada. Los cuádriceps me queman pero he disfrutado. Me vuelvo a poner la pieles para hacer la siguiente subida, estoy a punto y oigo un francés que dice nosequé de la B. Hostias!! que yo ya no tengo que subir más, menos mal, no se si lo hubiera aguantado.!! Me quito las pieles i le pregunto a un controlador, me dice que los de la B para abajo. Uff…de la que me he librado. Unos metros de remar y llego a la meta sin poder respirar pero muy contento. Los 1h 47 min me ha pasado volando. En la meta hay mucho ambiente, Kilian Jornet y otros campeones ya han llegado, haciendo la ruta A!!! son sobrehumanos. La experiencia ha sido inolvidable, ya sueño con la próxima carrera por rampas de nieve.